Pomellato ha adoptado un código deontológico compartido por sus gerentes y empleados, que atribuye un papel esencial a los recursos humanos y al respeto incondicional de los derechos de cada persona. El éxito de esta estrategia está confirmado por el bajo índice de rotación de la mano de obra y por la fuerte unión de los empleados con la empresa, algo que demuestra que un ambiente de trabajo tranquilo, sano y seguro es fundamental para garantizar continuidad y bienestar.
Impulsar y apoyar las iniciativas femeninas es una de las prioridades de la firma, que lleva a cabo un esfuerzo importante para mejorar las condiciones sociales y la calidad de vida de las mujeres. Pomellato siempre promoverá la formación, el desarrollo y el crecimiento femenino, tanto profesional como social, proporcionando a las mujeres los instrumentos necesarios para introducirse en el mercado laboral y conseguir un equilibrio correcto entre vida familiar y laboral. La empresa se esfuerza por apoyar a las organizaciones que ayudan a mujeres víctimas de la violencia de género. Hace algún tiempo, Pomellato inició una fructífera colaboración con CADMI (Casa di accoglienza delle donne maltrattate di Milano), un refugio para mujeres que han sufrido malos tratos situado en Milán.
La credibilidad y la reputación de Pomellato se basan en la sostenibilidad. Por este motivo, la firma se esfuerza por reforzar su papel de líder en el sector con mejoras operativas selectivas y con la creación de una comunidad unida y comprometida con el medioambiente. Pomellato tiene como objetivo construir una comunidad en la que todos crean en la excelencia productiva, en los valores éticos y en la importancia de cuidar el planeta. A través de eventos colectivos, formaciones y actividades centradas en la responsabilidad social, Pomellato vela por construir una comunidad en la que todos crean en la excelencia productiva, los valores éticos y la importancia de cuidar el planeta.
